sábado, 22 de agosto de 2015

Gruyere 7b, 120m Valle Lasieso

*Día 14 de agosto del 2015:

Después de nuestro fallido intento al Peña Telera por la mañana a causa de una atmósfera revuelta, decidimos centrar nuestra actividad en un plan más cómodo para aprovechar el tiempo de luz que nos queda.

Esta vez ha tocado en el arbolado valle de Lasieso. Caminamos hacia “Gruyere”, lo que según la guía, es una placa de 5 estrellas, 120 metros, equipada con parabolt, y con una dificultad de hasta 7b, abierta en 1987 fue la primera vía de la zona. Además ponía que en 15 minutos estaríamos al pie de la vía.

El plan tenía buena pinta, de modo que allá que vamos…
El camino es fácil, hay que seguir la pista hasta que da la opción de cruzar campo a través para evitar el rodeo de las “eses”. Siguiendo esta sendita rápido nos vemos en las entrañas de una jungla llena de vida y frondosa vegetación de colores fuertes. Hay tantos árboles que apenas dejan pasar la luz del día al interior del bosque. Todas las plantas luchan trepando por lo alto de los troncos para llegar las primeras a recibir algo de luz.

Confirmando la nefasta información de la guía hemos tardado una hora en llegar. Los últimos metros son de lo más incómodo, deja de haber senda, es campo a través, apartando plantas con pinchos, en cuclillas y con un suelo de piedras sueltas por el que patinan los pies. ¡Ya puede ser buena la vía para que la den de 5 estrellas!

Nos cuesta algunos minutos descifrar por donde va el itinerario. Creemos que es este, no puede ser otra cosa. Veo lo que parece ser un pequeño parabolt antiguo a 8 metros y me meto por ahí.

Los primeros metros están llenos de vegetación y cuando chapo el seguro lo que me queda por delante es una placa lisa y limpia.
A medida que voy progresando me doy cuenta de que no hay casi donde proteger… me chapo a un puente de roca antiguo con una pinta horrorosa, consigo encontrar en la roca un par de orificios a más altura y hago otro puente de roca con una cinta de dynema (menos mal que llevaba algo de material de sobra), luego más arriba laceo la ramita de un arbusto y me chapo. Escalo muy templado y con mucho cuidado, esto no era lo que esperábamos ni mucho menos lo que ponía en la guía. Finalmente me chapo a un spit podrido. Por si fuera poco de repente mi cara se encuentra sorprendida a la altura de un panal de avispas, una sale flechada hacia mí y me pica en toda la cara, yo en una situación complicada y chapado a un par de seguros precarios unos metros por debajo veo como salen sus amigas y no sé cómo salgo escopetado hacia arriba y me chapo a la reunión en milésimas de segundo. Después de 40 metros de largo me fijo bien en la reunión a la que me he chapado:

¿¿Qué es estooo??, ¿Cómo que vía equipada con parabolt?. Le digo a Luispa que suba.
Puente de roca instalado en la vía para asegurarse en caso de caída (que miedito)
Este siguiente largo es un 6a+ con los seguros por lo general considerablemente alejados teniendo en cuenta que son spit del ocho bien putrefactos.

Eso sí, hay que decir que la caliza era excelentísima y bien adherente, situada en uno de los paisajes más tranquilos y naturales que hayamos escalada hasta la fecha en el pirineo. Daba gusto subir por esta roca una vez te conseguías quitar de la cabeza la posibilidad de caerte.
 

El siguiente largo es el 7b, este ya se pone más serio y convierte la escalada en una cosa más vertical y de agarres romos, algunos de los cuales estaban mojados. La lucho todo lo que puedo. Esta escalada es un peligro, todo de lo que me chapo está flojo y tambalea, a dos chapas de llegar a la “R” no puedo más y antes que entrar en el azar de la caída decido acerar esos 3 últimos metros.
Luispa apretándose el 7b de la vía

El último largo resulta ser un expuesto pero excelentísimo muro vertical o incluso un poco extraplomado con buenos agarres algún que otro paso de colocarse bien y una salida técnica a la placa.
Finalmente iniciamos el rapel en unas anillas que están de pena, pero en dos cómodos rápeles estamos abajo.
Llevamos tiempo aprendiendo que la información que te proporcionan tanto de las guías como otras fuentes hay que tomársela como un punto de vista orientativo, pero nunca depositar en esto toda nuestra fe. Hay cosas que corregir y matizar por todas partes. Si somos capaces de tener criterio propio y confiar en lo que sentimos nos ahorraremos muchos quebraderos de cabeza.

“No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada, renueva cada día tus expectativas” Chris McCandless.



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